Parte 3

-Muy bien, lo haremos así entonces. Muchas gracias por esta oportunidad y por todo lo que habéis montado. 
-Gracias a ti por aportar tu gran granito de arena, nos has hecho todo más fácil, en serio. -Le contestó el organizador.
-Va a ser grandioso. Estoy deseando empezar ya. 
-Nosotros también, nos vemos esta tarde a las 6 entonces, ¿no? 
-Sí, allí estaré como un reloj. Ya he pedido que me lleven todo a la carpa, a las seis y media lo llevaran. -Le explicó Sarah.
-Perfecto entonces, muchas gracias Sarah. Nos vemos fuera en la carpa.
-Bien, adiós Lucas. -Se despidió y dejó el teléfono encima de la barra. 

Ese día le habían dado una gran alegría, no se perdería la fiesta y encima iba a ganar mucho más dinero del que ella planeaba, los organizadores de la fiesta se habían puesto en contacto con ella gracias a que ella les envió hizo publicidad de su taberna para que los que quisiera empezar antes la fiesta se pasaran por allí. Organizaron todo para que su producto, bebidas y comidas que ella iba a presentar en la taberna, lo llevaran a la carpa que harían fuera de la mansión para no se formara demasiada aglomeración dentro. 
Sarah les propuso un grupo que conocían para que cantaran en la fiesta las canciones lentas y canciones propias para que se fueran conociendo y ellos accedieron encantados cuando les pasó sus maquetas. 
Le llegó un mensaje entre todo el bullicio de aquel día pero no pude atender el teléfono cómo debería, ni si quiera miró de quién era, sólo cogía llamadas. 
Ella no sólo se iba a encargar de las bebidas, comidas y del grupo, si no, de organizar las salas, mesas e incluso de alguna decoración. Debía quedar todo maravilloso para cuando empezara a llegar la gente a las 21:00.
Cuando llegó las 18:00 ella ya llevaba casi una hora organizando y colocando y volviendo a organizar si algo no le gustaba, era demasiado perfeccionista como dejarlo de cualquier manera todo.
-¿Eres Sarah? -Utilizaban los nombres del rol para ocultar sus identidades, aunque solo lo hacían cuando había personas delante. Pues para hacer aquello firmaron un contrato, con lo cual tenían que dar sus datos reales. Él le había dicho que le llamara Lucas, pues en el rol el no tenía nombre, era el realizador, así que sólo se le ocurrió ese nombre.
Ella se dio la vuelta y se quedó mirando al chico que le miraba con los ojos muy abiertos y moviendo sus labios de un lado a otro, pues se la imaginaba de otra manera.
-Emm..., si. Soy yo. -Alzó la mano para dársela como saludo, pero él la rechazó para darle dos besos. 
-No hacen falta tantas formalidades. -Le aseguró él sonriendo y miró a la mansión. -Está quedando todo increíble, pero no hacía falta que lo hicieras todo tú sola.
-Bueno... Sólo quería adelantar un poco, pero si hay algo que no te gusta se cambia, por supuesto.
-Me da la impresión que no hará falta cambiar nada, has hecho un trabajo increíble. -Asintió satisfecho.
-Gracias. -Ella se pasó la mano por el pelo y bajó la mirada, le encantaban los elogios por su trabajo, pero nunca le gustó demostrarlo. -Bueno, entremos, aún hay cosas por hacer y necesito tus consejos Lucas.
Estaba emocionada por lo que iba a pasar esa noche y triste porque no sabía si Brad iba a poder ir al final... no le había podido hablar, pero es que no había tenido tiempo ni para ir al baño si quiera.

Se sentía enfadado, llevaba todo el día enviando mensajes a Sarah y ni si quiera los había abierto. Había conseguido aquel día y tres días más para poder asistir a la fiesta. Sería una ocasión única en la vida y no se la podía perder.
<Sarah, imagino que estarás muy ocupada, pero te vuelvo a escribir para decirte que estaré en la fiesta, no sé si al final irás, pero cuando vea cómo es el sitio, te diré por dónde estaré más o menos. Te echo de menos Sarah...> Le escribió por décima vez en una hora. 
No entendía como un día así no le contestaba ni si quiera un maldito mensaje. Él iba conduciendo y aún así en cada parada que hacía le escribía o miraba por si ella le había contestado. Pero nada.
Miró la hora y calculó que le quedarían unas dos horas en llegar a Málaga. El GPS ya estaba programado para encontrar fácilmente la mansión Jurado, pero tenía tiempo para pasarse por una taberna que un año atrás había visitado, estaba echa para gustos frikis como el suyo y se quedó prendado de la camarera en cuánto la vio, aunque se olvidó de ella en cuanto conoció a Sarah. Pero tenía ganas de volver y tomarse una autentica cerveza de mantequilla artesanal. La camarera le explicó que buscó la receta hasta que encontró la autentica y probó a hacerla hasta que consiguió hacerla suya. 
Se le pasaron las dos horas y cuarto volando pensando en la fiesta y en volver a visitar Málaga, se enamoró de aquella ciudad la primera vez que la visitó años atrás, pero más cuando supo de aquella taberna. Le dio un vuelco en el estómago al acordarse de aquella camarera morena, con aquel cuerpo de escándalo y de su sonrisa cada vez que entraba al local.
Cuándo llegó y aparcó cerca del sitio sintió cierta tristeza, estaba cerrado y ni si quiera había un cartel que indicara por qué.
Sentía que su día no podía empeorar más, así que con pesar volvió a por el coche y se fue al hotel a ducharse y prepararse. Probó a mandarle un nuevo mensaje a Sarah aunque estaba seguro de que no le contestaría. Pero seguía teniendo la vana esperanza de que ella estaría allí. Pero si no se decían quienes eran ni el lugar donde se encontraban no se verían nunca. 
Sabía que habrían cientos de personas, pues muchas de ellas confirmaron su invitación desde el rol. Lo miró y vio que incluso desde el rol seguía sin dar señales de vida, así que lo dejó por perdido y cuando ya se acercaba la hora, salió de su habitación y fue al ascensor.
-... pinta de estar increíble, hemos pasado antes por allí y dios... la mansión es enorme. -Logró escuchar a una chica que ya se metía en el ascensor.
-¿En serio? Tengo unas ganas... es maravilloso que hayan hecho esto. ¿Te imaginas que nos encontramos con todos los del grupo? Será épico. 
Iban vestidas de gala y llevaban una máscara en sus manos. Las dos se quedaron mirando a Brad vestido de traje y con su máscara sobresaliendo del bolsillo y una de ellas al fin se atrevió a preguntar.
-¿Vas al baile de máscaras de Harry Potter? -Le preguntó la chica vestida con un vestido corto verde.
-Si, veo que vosotras también. -Dijo divertido por sus caras. Causaba esa impresión, a él no le gustaba, pero sabía que la causaba, tenía el pelo largo por debajo de las orejas y su tez dura a la vez que adorable, su cuerpo era realmente escultural, lo había trabajado mucho y se sentía orgulloso de él.
-¿Y tú quien eres? Del rol digo. -Se adelantó a su pregunta ella misma, pues yo ya la estaba mirando aturdido.
-Brad. -Se acerca a darle dos besos a cada una y ellas aceptaron encantadas. -Brad Clayton. ¿Vosotras?
-¿Brad Clayton? Madre de dios... -exclamó la chica que llevaba el vestido con palabra de honor morado. -Yo soy Pat Bell. Qué fuerte... 
A él se le empezó a revolver el estómago cuando escuchó quien era... y recordó la promesa que le hizo a Sarah de darle una oportunidad a aquella chica. Tragó saliva y cuando la miró ya llevaba una sonrisa por delante.
-Encantado de conocerte al fin, Sarah me habló mucho de ti. -Intentó ser lo más amable posible y pareció que lo estaba consiguiendo, ella aún tenía la misma cara de sorprendida.
-Si, no hemos tenido muchas oportunidades de poder hablar... Por cierto, ¿vas a ver a Sarah? Supongo que si, ¿no?
-Aún no lo sé, no hemos podido hablar mucho hoy, ha estado muy liada y no sé si podrá venir al final. -Se inventó la primera excusa que se le ocurrió. No pensaba decirle que el se estaba bajando los pantalones tan solo porque le contestara un mísero mensaje.
-Vaya... estaría súper bonito que os vierais, ¿verdad? Madre mía, que fuerte... voy a escribirle. -Y de momento cogió su móvil y empezó a teclear.
"Suerte..." Pensó él. Entonces miró a la otra chica y esta se dio por aludida.
-¡Ah! Yo soy Mensi, no nos conocemos creo. Encantada. -Sonrió amable y sincera, mirando a Pat de reojo. 
Quedaba un piso por llegar al vestíbulo y sentía que no iba a llegar nunca, pero llegaron, por fin, y se separó de las chicas.
-Bueno, nos veremos en la fiesta. -Se despidió y con paso ligero se fue en busca de su coche.

Todo había quedado tal y como había quedado en su mente, en las lámparas de araña habían colgados unos pocos calcetines y los estandartes de las casas de Hogwarts colgaban desde el techo. En los cuadros tecnológicos se movían los vídeos como si fueran fotos. Los creadores del rol habían hecho un trabajo espectacular con eso. 
Las mesas decoradas como si fueran las del Gran Comedor. En la puerta de los baños te invitaban a entrar al Ministerio de Magia, donde la entrada estaba en los mismos W.C. Fuera en la carpa habíamos recreado dos partes, una de la boda de Bill y Fleur, y la otra parte como si estuvieran en el banco mágico de Gringotts.
Habían recreado figuras de algunas criaturas mágicas de la saga e incluso habían dejado en un apartado ropa de algunos personajes importantes para que la gente pudiera vestirse como ellos.
-Ha quedado todo alucinante. -Le susurró el Presidente del rol. Ella se sobresaltó y cuando lo reconoció le dio un abrazo. Habían hablado varias veces por el mismo rol y se llevaban muy bien, tanto que por una conversación se enteraron de que los dos eran de Málaga quedaban de vez en cuando para tomarse algo y se habían hecho bastante amigos desde entonces.
-Que susto me has dado idiota... -le pegó en el brazo un puñetazo y se volvió hacia la mansión. -¿Crees de veras que ha quedado bien?
-Pues claro, me ha dicho Toni cuánto te has esforzado... Por cierto, -le dio una vuelta completa cogiéndole de la mano- estás preciosa. 
Le dedicó una sonrisa cuando terminó de darle la vuelta y volvió a darle otro puñetazo en el mismo brazo. Llevaba un vestido de gasa gris largo, con unos toques de encaje en el pecho y una máscara negra con filos vacíos con un lado más alto que el otro que le tapaba media cara
-Sólo hay uno que puede decirme lo preciosa que voy. -Le replicó con voz de niña.
-Tengo ganas de saber quién es. -Observando que ya empezaba a entrar gente por el camino.
-Y yo... voy a por el móvil, no he podido cogerlo en todo el día y a lo mejor me ha dicho algo. 
-Pobre... se pensará que has pasado de él, que pena me da... -Dijo un Aaron burlón. -Pero no te va a dar tiempo, ya está entrando la gente y tenemos que preparar un par de cosas antes de que lleguen todos.
Le habían preparado una sorpresa entre los organizadores. Puesto que ella se había esforzado en que todo lo saliera a la perfección se merecía un pequeño reconocimiento. 
-Está bien... vamos. -Le siguió con su voz apenada y mirando hacia los vestuarios, donde estaba su móvil, donde quizá él le había hablado, donde ahora mismo le apetecía estar más que en ningún sitio... hablando con él y saber si habría ido a la fiesta.

Llegó un poco antes de lo previsto, así que se quedó en el coche hasta que empezó a ver gente pasar con sus máscaras puestas. 
Se puso la suya y salió del coche, ya le sudaban las manos y aun no tenía claro si ella había ido o no. Pero le apetecía ver a la gente que había conocido en el rol, así que intentó apartar a su chica de sus pensamientos y siguió su camino.
La verdad es que estaba todo alucinante, habían recreado muchas escenas y la decoración era impresionante. Se lo habían currado de veras. 
Se empezaba a escuchar la música dentro de la mansión así que todo el mundo se fue directo allí. Por dentro era quizá más increíble que fuera, parecía el Gran Comedor y en los cuadros la gente se movía como las fotos mágicas. Ya dentro se topó con un par de chicos con los que había entablado una amistad dentro del rol y habló con ellos un rato largo hasta que media hora más tarde sonó un micro.
-¡Buenas noches a todos y gracias por acompañarnos en una noche tan especial como ésta! -Gritó desde el escenario un chico alto y rubio. -¡Me presento como la cuenta principal del rol! -Todo el mundo empezó a gritar emocionado y cuando por fin pudo hablar el chico, siguió.-¡Esperamos que esta sea una noche memorable para todos, pues hemos trabajado muchas personas para que así sea!
Le pasó el micro a otro chico que igual gritó.
-¡Hola a todos! Yo soy el Presidente y vengo a deciros que en este proyecto han trabajado personas maravillosas, como yo, que se han dejado la piel estos días y sobre todo hoy para que esta noche sea memorable, única y épica. Me gustaría presentaros a todos, pero lo iremos haciendo durante toda la noche, no tenemos ganas de aburriros, pero si hemos decidido en consenso que tenemos que presentar a alguien muy especial que ha hecho que muchas de las cosas que hay aquí sean posibles. Por favor, Sarah Johnson, ¡sube aquí! -Su corazón dejó de latir por milésimas de segundos cuando escuchó el nombre de su tan preciada chica. No conseguía verla subir, tan sólo vio el gris de su largo vestido, pues la gente empezaba a levantar sus cabezas. Así que empezó a caminar hacia el escenario todo lo que pude para poder ver a esa increíble mujer, con sus sonrosadas mejillas por la vergüenza mirando al suelo y se le escapó una sonrisa tonta cuando sus ojos se alzaron y miraron al público, apenas se veían a esa distancia, pero los veía hermosos. -Queremos darte las gracias por todo lo que has ayudado hoy, -se dirigió al público esta vez- esta chica se ha dejado cuerpo y alma en conseguir todo lo que veis, así que por favor, un fuerte aplauso para Sahar. -El presidente parecía realmente divertido con aquella situación y a Brad lo único que se le venía a la cabeza era cogerla en volandas y llevársela lejos de allí y hacerla suya. "Maldita sea" Se le había puesto dura. Cuando el presidente consiguió un poco de silencio y se disculpó a Sarah junto con los demás organizadores prosiguió. -Quiero que todos levantemos nuestras manos como si alzáramos nuestras varitas al cielo y gritemos ¡LUMOS! 
-¡LUMOS! -Gritó el público al unísono.
-¡Que empiece la fiesta!

-Te mato, ¿cómo has podido hacerme una cosa así? -Le replicó dándole puñetazos que Aaron consiguió esquivar.
-Tan sólo queríamos agradecerte y darte una sorpresa, no te enfades Sarah. -Ella se suavizó cuando Toni le sonreía y se acercaba para abrazarla. 
-Pero no hacía falta hacerlo así... -Quiso disculparse.-Está bien, me ha encantado que queráis reconocer lo que he hecho pero... está bien, gracias. -No podía negar que Toni conseguía que se calmara, pues Toni transmitía eso a todo el mundo. Éste le devolvió una sonrisa ancha y se marchó para empezar a saludar gente.
-Quizá ahora si que puedas ir a por tu móvil, ¿no crees? -Le susurró Aaron bajito para que nadie se enterase. 
Ella dio un respingo y sin más miramientos se fue corriendo, o intentó irse corriendo, había demasiada gente y era imposible hacerlo. En un intento de pasar entre un grupo se dio de bruces contra un chico que también corría pero en su contra.












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